Protagonista de nuestros interiores desde hace varios años, la alfombra bereber se ha convertido en una auténtica referencia decorativa, sobre todo para los salones acogedores. Procedente del norte de África, la alfombra bereber se adapta tanto a ambientes contemporáneos como industriales. Se encuentra igual de bien en un interior de estilo haussmaniano sobre un parqué en espiga, que sobre un suelo de hormigón pulido con un sofá de terciopelo o un banco de ratán. En el dormitorio, puedes completarla con una alfombra bajada de la cama, prefiriendo un modelo bereber por su suavidad, por ejemplo, para dar calidez a tus suelos y baldosas. La alfombra que elijas para tu decoración debe ser bastante discreta, con motivos geométricos que no dejen de ser originales.