Decore su habitación con originalidad gracias a una alfombra de estilo escandinavo con motivos geométricos, o con un espíritu más natural con una alfombra tejida de yute. También puede optar por una alfombra de algodón a la vez sobria y refinada. Para seguir el código de colores impuesto por la decoración escandinava, lo mejor es ceñirse a los tonos neutros, como el gris, el beige o una alfombra de color topo. Para estos colores, opte por alfombras de pelo corto para mantener el aire minimalista que exige la decoración de estilo escandinavo. Para los más atrevidos, un color vivo no está descartado. Al contrario, si decides que el blanco dominante en tu decoración escandinava vaya acompañado de un camafeo de un color determinado, el terracota por ejemplo, juega con todas las tonalidades de este color y elige la de tu alfombra para que se integre fácilmente con el resto de la decoración.