¿Cómo se limpia una alfombra?

Las últimas tendencias han dado sus frutos y has elegido una alfombra que te encanta y que va bien con tu decoración. Pero, ¿te cuesta sacarle brillo y mantenerla? Te echamos una mano: aquí tienes nuestros inmejorables consejos para limpiar tu alfombra con unos sencillos y rápidos pasos.

Antes de empezar a limpiar, conviene lavar la alfombra una vez al año. Y lo mejor es lavar toda la alfombra para evitar la aparición de mosquitos. Y antes de ponerte manos a la obra, el primer paso esencial es aspirar la alfombra casi todos los días. Sí, ¡el mantenimiento de la alfombra es un trabajo diario!

Tras la fase de aspirado, pasa a la combinación de agua y jabón (puede ser jabón negro o tu detergente líquido), coge una esponja húmeda y frota por toda la superficie. Para secar, utiliza un paño de microfibra y da ligeros golpecitos.

Como auténtico nido de microbios, las alfombras requieren un tratamiento mayor, así que acuérdate de desinfectarlas con bicarbonato sódico. Espolvorea una pizca en cada rincón de la alfombra, déjala 15 minutos y luego aspira.

Y si lo que quieres es darle un lavado de cara a tu alfombra reavivando sus colores, humedécela con agua con gas (el truquito de la abuela), déjala en remojo y luego cepíllala suavemente.

Otro truco es la limpieza a vapor. Práctico, funciona con agua caliente y el vapor erradica la más mínima mancha. Al igual que con las otras técnicas, tendrás que dejar secar la alfombra después de la limpieza a vapor. Y si no tienes una limpiadora de vapor, puedes contratar una.

Para borrar los restos de muebles en la alfombra, utiliza la plancha, y recuerda cambiar la dirección de tu alfombra para evitar marcas.

Si tienes una alfombra bereber, persa o étnica con lentejuelas, por ejemplo, evita utilizar la aspiradora en modo cepillado, ya que podrías dañar tu preciosa alfombra.