Antes había pufs, y ese era el único asiento ocasional nómada que se llevaba los honores.
Ya fueran muy chic de terciopelo, de estilo étnico como traídos de viaje o todos blanditos para revolcarse, solíamos decir "Coge un escabel y ven a sentarte con nosotros". Ahora cogemos un taburete y nos sentamos con ellos.
Están en el salón, alrededor de la chimenea, en el dormitorio jugando, en la terraza tomando algo, en el baño para vigilar al bebé sin romperte la espalda, en la cocina para coger los cazos de arriba, al lado del sofá para poner tu taza de té, en un rincón de la habitación para vestirte... En definitiva, si a los 30, 40, 50 o 60 no tienes un taburete en casa, ¿te has perdido la vida? Puede que no, ¡pero te lo estás perdiendo en serio!
Sobre todo porque los modelos actuales, además de ser funcionales, tienen mucho estilo: ¡la prueba está en el pudín!
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Los taburetes de bar de madera natural y metal son el complemento perfecto para una decoración industrial. En cuanto a los taburetes de bar de teca, ¡son perfectos para modernizar un invernadero y tomar un poco de altura para admirar el jardín!
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