El yute es una fibra vegetal natural y biodegradable que se encuentra en la India y Bangladesh. Inicialmente utilizado en textiles, a través de bolsas de arpillera, rápidamente se convirtió en una tendencia importante en el diseño de interiores y ahora se considera que es eco-responsable.
Boho en la playa o étnica en el campo, aporta su aura natural tanto a interiores clásicos como contemporáneos. Combínala con un sofá de lino (blanco), materiales como el ratán o el bambú, o muebles escandinavos de madera rubia, y la alfombra de yute se habrá convertido en un básico. ¿Redonda con motivos arabescos, ovalada o rectangular? En cuanto al tamaño, hay donde elegir: XXL o más pequeña, encontrará su sitio en el pasillo, el cuarto de baño, el salón, a los pies de la cama en el dormitorio, e incluso en el cuarto de los niños.
Tanto en verano como en invierno, apostamos por las alfombras de yute, ultrarresistentes. Nos encanta su aspecto tradicional y, sobre todo, su espíritu camaleónico, ya que se adaptan a cualquier estancia de la casa. Fácil de cuidar, el yute no se estropea con el agua.
Y si no le gusta el aspecto natural, le encantarán los colores de moda: negro, como la alfombra moka, o una versión en tonos pastel, como el verde menta al agua, por ejemplo, perfecto para el dormitorio de un niño. En resumen, nos encanta el yute, nos encanta, y he aquí (por fin) una alfombra que queremos tener a nuestros pies y de la que no nos cansamos.
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