Te has enamorado del Wallis y nuestro modelo Chaumont te hace ojitos. Una elección excelente. Pero para que sigan luciendo bien, dales un pequeño lavado de cara. Olvídate del papel de periódico y las toallitas de papel, pero que no cunda el pánico: tenemos la técnica definitiva para que tu espejo brille y siga brillando.
Paño de microfibra
Almohadillas de algodón
Spray para cristales o vinagre
Alcohol de 90
Taza de agua caliente
Porque para nosotros es importante saber que nuestros espejos están cuidados, aquí tienes nuestros consejos para cuidar tus bonitos espejos. Ya sean de ratán, alpaca, latón o metal, todo lo que necesitas para empezar son tus mejores aliados, enumerados más arriba.
Primer paso: elimine el polvo con un paño de microfibra. A continuación, haz una mezcla competitiva mezclando vinagre con un poco de agua (el equivalente a un vaso de agua) si no tienes un buen limpiacristales. Esta solución "casera" es ideal para los espejos del cuarto de baño (donde las manchas son las más resistentes: marcas de pasta de dientes, maquillaje e incluso las huellas dactilares del pequeño). Reserva la mezcla (que utilizarás en el segundo paso) y, en primer lugar, elimina las manchas empapando los discos de algodón en unas gotas de alcohol de 90º mezclado con agua caliente. Un pequeño consejo: el alcohol se seca muy rápido, así que es mejor hacer este paso con bastante rapidez. El último paso para conseguir un espejo brillante es utilizar un pulverizador para cristales (o tu propia solución de vinagre y agua) y pulverizar uniformemente de arriba abajo, de izquierda a derecha, empezando siempre por la esquina superior izquierda y repitiendo el mismo proceso. Lo ideal es evitar que el líquido se seque, ya que un exceso de limpiacristales puede provocar arañazos y salpicaduras más difíciles de reparar. ¿El resultado? Un espejo luminoso que será la envidia de muchos.